sábado, 23 de noviembre de 2019

CHARLA ADVIENTO DE LOS SANTOS_SANTA FAUSTINA


CHARLA  "ADVIENTO DE LOS SANTOS"
SANTA FAUSTINA

SANTA FAUSTINA KOWALSKA, 
PROFETA DE LA DIVINA MISERICORDIA 
PARA ESTE TERCER MILENIO
por el Rvdo. D. Cristóbal Sevilla Jiménez
(Párroco de la Parroquia "Santo Tomás de Aquino)

    
      La biografía de Santa Faustina Kowalska es la de una muchacha muy pobre y humilde. Es la tercera de 8 hermanos, apenas pudo ir a la escuela, con un espíritu muy piadoso aprendido de sus padres. A los 16 años se fue a servir a una casa, y ella escuchaba una voz interior que le pedía dejar el mundo y entrar en un convento. Esa voz interior no la dejaría nunca, era el mismo Jesús que le iba mostrando su misericordia a través de su corazón humano y divino. "Tu estarás en mi corazón", le dice al principio, cuando la iba guiando a través de no pocas dificultades hasta que es acogida como hermana lega en el convento de las Hermanas de la Caridad de la Madre de Dios, congregación que sería adaptada después del Vaticano II a la espiritualidad del Amor Misericordioso, siguiendo el testimonio dejado por la hermana Faustina.

      Un detalle que personalmente me llama la atención es que durante una novena personal que hizo a Santa Teresita del Niño Jesús, sintió como la pequeña Teresa la consolaba en su sufrimiento y le anunció que sería Santa, pero tenía que confiar mucho en el Señor Jesús. Y es que Santa Teresita ha inspirado mucha santidad, no sólo Santa Faustina, también Santa Teresa de Calcuta se sintió inspirada por la pequeña Teresa. Sor Faustina fue siempre dócil al Espíritu a través de la obediencia a su confesor, el beato Sopocko, que fue quien le pidió que tenía que escribir el diario de la Divina Misericordia.

      Su vida como religiosa consagrada transcurre entre las dos guerras mundiales del pasado siglo XX. Ella murió unos meses antes de que estallara la gran guerra. Y en este período clave para nuestra historia esta humilde monja recibió un gran don de profecía. Creo que la más importante fue la de predecir que la devoción a la divina misericordia acabaría siendo conocida por su autenticidad. Para ello tuvo que pasar por la prohibición en 1959 por parte del Santo Oficio de su divulgación. Hasta que en 1978, se levantó la prohibición. Y el cardenal polaco que consiguió esto introdujo también la causa de su beatificación, queriendo la providencia que este cardenal llegara a Papa. Y en su segunda encíclica, en 1980, "Dives in misericordia" (Rico en Misericordia), dijo que le había sido inspirada por una humilde hermana que se llamaba Faustina, cercana de un modo maravilloso a Jesús. Y Jesús se le reveló como misericordioso.     

   Con este Papa, San Juan Pablo II, todos los que estamos aquí esta tarde atravesamos el tercer milenio de la Iglesia. Y Faustina Kowalska fue la primera santa canonizada en este tercer milenio, el domingo 30 de abril del año 2000, segundo domingo de Pascua que pasó a ser en la liturgia católica domingo de la Divina Misericordia. Una fiesta que Santa Faustina había profetizado. San Juan Pablo II dijo que era un día muy feliz para él, e invitó a toda la Iglesia a decir en un abandono confiado y con firme esperanza: "Jesús, en ti confío". Todavía recuerdo las hermosas homilías de Benedicto XVI en este domingo de la misericordia, pues la palabra de Dios proclamada nos impulsa a una predicación sentida y viva. Es Jesús resucitado que muestra las huellas de su dolorosa pasión en medio de nuestro mundo, para decirnos que él, que es la Misericordia misma de Dios, ha triunfado y nosotros triunfaremos con él a través del perdón. Y como no, su primera encíclica fue "Deus Caritas est", Dios es amor, en donde analiza con su profundidad teológica todos lo que implica el amor de Dios, es decir, su misericordia. Bíblicamente es la misma palabra, jesed, ágape, cáritas...

      El Papa Francisco ha seguido también esta profecía, pidiendo a la iglesia que sea pobre entre los pobres, y que encuentre en la Palabra viva de Dios, a través de la lectura espiritual, la luz de la misericordia divina. Así lo subrayó en la preparación del año de la misericordia con la bula de convocación de ese año, Misericordiae Vultus (El rostro de la misericordia), y en la carta apostólica posterior (Misericordia et misera, la Misericordia y la miserable). Es lo que encontramos en el diario de Santa Faustina, que la Misericordia es el corazón mismo de la Palabra de Dios. Y en un mensaje de Jesús la resume así:
"Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo: la primera, la acción; la segunda, la palabra; la tercera, la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacia mí. De este modo, el alma alaba y adora Mi misericordia".

      En este momento, con el Papa Francisco la Divina misericordia se traduce en compasión hacia las víctimas de esta sociedad cada vez más injusta y excluyente. Una sociedad disfrazada de igualitarismo, pero la negra barbarie del individualismo le habita dentro, pues en tantos ámbitos, como en las redes por ejemplo, se fomenta una soledad engañada y complaciente. La compasión nos invita a hablar menos de los demás y más con los demás, a salir de nosotros mismos para compartir lo que somos y lo que tenemos, a decir a las víctimas de tanto autoengaño que Jesús es digno de confianza porque él tiene la última palabra de perdón y de misericordia.     
La Divina Misericordia no es una devoción más, ni un mensaje facil que todo lo resuelve a modo de comodín. Es un mensaje profético que como toda profecía está por encima de la que fue su profeta, Santa Faustina. Y quien se para a discutir sobre ciertos detalles o quien juzga con prejuicio es como el necio que cuando el dedo apunta a la luna se queda mirando el dedo.
      La Divina Misericordia siempre nos une a la pasión de Jesús, y así, a nuestro propio sufrimiento, y al sufrimiento del otro; en un mundo, el de este tercer milenio, que va muy rápido a no sabe dónde. Nosotros sí lo sabemos desde la firme esperanza que nos da quien es la Misericordia misma de Dios. "Jesús, en ti confío".


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      EL APOSTOLADO DE LA DIVINA MISERICORDIA
          Por Pilar Yelo, apóstol de la Divina Misericordia y Profesora de Educaciíón Infantil.

INTRODUCCIÓN

  Hoy, fiesta de la Inmaculada Concepción de María, es un bello día para anunciar una buena noticia: ¡Es el tiempo de la Misericordia! Este es el mensaje que el Señor transmitió a Santa Faustina, para que lo divulgase por todo el mundo.

  Jesús le dijo: “Proclama que la Misericordia es el atributo más grande de Dios. Todas las obras de mis manos están coronadas por la Misericordia.” (301).

  Dios tiene todos los atributos en grado máximo; sin embargo insiste en destacar que la Misericordia es el más grande.
ü  Santa Faustina intenta describir la Divina Misericordia con todos los adjetivos que tiene a su alcance:   “ insondable, inagotable, infinita, inmutable, inefable, incomprensible...” Siempre el prefijo “in” porque es un atributo imposible de definir por un ser humano.
ü  Jesús le dijo: “Tú eres la secretaria de mi Misericordia; te he escogido para este cargo en ésta y en la vida futura, para que des a conocer a las almas la gran misericordia que tengo con ellas, y las invites a confiar en el abismo de mi Misericordia.” (1664)
  Hija mía, sé diligente en apuntar cada frase que te digo sobre mi Misericordia, porque están destinadas para un gran número de almas que sacarán provecho de ellas.” (1142)
  Todo lo que Jesús le dijo está recogido en el Diario.
  El Diario no se titula “Diario de santa Faustina”, sino que se titula “Diario: La Divina Misericordia en mi alma”, porque es lo que Dios le mandó escribir.
  En otro párrafo se recoge la urgencia de este mensaje: “Di a la Humanidad doliente que se abrace a mi Corazón Misericordioso y Yo la llenaré de Paz”. (1074). “La Humanidad no encontrará paz hasta que no se dirija con confianza a mi Misericordia” (300). “Esta infinita Misericordia mía es una señal de los últimos tiempos, después de ella vendrá el día de la Justicia.” (848)
¿QUÉ ES NECESARIO PARA SER APÓSTOL DE LA DIVINA MISERICORDIA?
  Cualquier cristiano puede ser apóstol de la Divina Misericordia. Se trata de proclamar con nuestras palabras y con nuestra vida el atributo más grande de Dios. Para esto hacen falta dos requisitos fundamentales:
  TENER PLENA CONFIANZA EN LA MISERICORDIA DE DIOS. A pesar de los problemas y del mundo en que vivimos, debemos tener confianza en el Señor. La confianza es una actitud de fe en la palabra del Señor. Es elegir el plan que Dios tiene para nosotros, porque su voluntad es la Misericordia misma, por eso debemos decir siempre, tanto en los momentos buenos como malos “Jesús, confío en Ti”.
Jesús dijo: “Las gracias de mi Misericordia se sacan con un único recipiente: la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son mi gran consuelo, porque en tales almas vierto todos los tesoros de mis gracias. Me alegro de que pidan mucho, porque mi deseo es dar mucho, muchísimo. Deseo que las almas que tienden a la perfección, se distingan por una confianza sin límites en mi Misericordia.” (1578)
  “Que los más grandes pecadores pongan su confianza en mi Misericordia. Ellos, más que nadie, tienen derecho a confiar en el abismo de mi Misericordia.” (1146)
  “Un acto de confianza da más gloria a Dios que muchos ayunos, oraciones y flagelaciones.”
  “El que confíe en mi Misericordia no perecerá, ya que todos sus asuntos son míos.” () Y dice “todos”, tanto asuntos espirituales como materiales... El Señor tiene la mano rota con nosotros; ya no sabe cómo colmarnos de gracias.
  AMOR AL PRÓJIMO, expresado en las obras de misericordia, que es el testimonio irrefutable del amor a Dios. Las obras de misericordia no son algo desfasado, sino que están de plena actualidad. El Señor exige que hagamos, al menos, una obra de misericordia al día.
  “Si el alma no practica la misericordia de alguna manera, no conseguirá mi Misericordia en el día del Juicio”. Esto mismo dice el Evangelio: “Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia”.
  Los mensajes del Diario no se salen del marco del Evangelio y de la doctrina de la Iglesia, más bien aportan un nuevo tesoro para la piedad y son una ayuda importantísima para que los fieles podamos ser santos.
Para concluir, leeré una oración escrita por Santa Faustina, y la leeré directamente de este Diario que perteneció a un buen sacerdote, canónigo y deán de esta Catedral, nuestro querido don José Antonio Trigueros Cano, para quien tenemos un cariñoso recuerdo.
DESPEDIDA: ORACIÓN PARA SER MISERICORDIOSO (163)
Deseo transformarme toda en Tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti, oh Señor. Que este más grande atributo de Dios, es decir, su insondable Misericordia, pase a través de mi corazón al prójimo.
Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarla.
Ayúdame a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos.
Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás hable negativamente de mis prójimos sino que tenga una palabra de consuelo y perdón para todos.
Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargue sobre mí las tareas más difíciles y más penosas.
Ayúdame a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo.
Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerraré en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio.
¡Que tu misericordia, oh Señor mío, repose dentro de mí.! 
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          DEVOCIÓN A LA DIVINA MISERICORDIA
  Por Pilar Yelo, apóstol de la Divina Misericordia y Profesora de Educaciíón Infantil.  
INTRODUCCIÓN.
El apostolado y la misión de Santa Faustina es completamente original y lo que propone es nuevo, ideado por el mismo Jesucristo. Nos referimos a las nuevas formas de devoción a la Divina Misericordia, que son las siguientes:
ü  La imagen de Jesús Misericordioso. (EL CUADRO)
ü  La Fiesta de la Divina Misericordia.
ü  La Coronilla a la Divina Misericordia.
ü  La Hora de la Misericordia.
ü  La divulgación del Apostolado.
Y las promesas vinculadas a ellas.
Como el Señor conoce nuestra fragilidad y falta de constancia, nos desglosa y explica cómo tenemos que llevar a cabo esta forma de devoción.
Es como un buen profesor que dice las preguntas del examen a sus alumnos para que las estudien y saquen buena nota.
1.      LA IMAGEN DE JESÚS MISERICORDIOSO
En 1931, el Señor se aparece a santa Faustina y le dice “Pinta una imagen según el modelo que ves y firma ¡Jesús, confío en Ti!”. Jesús exige que el cuadro lleve como firma y no como inscripción estas palabras. Es un pacto que hacemos con Él, en el que expresamos nuestra absoluta confianza en Jesús. No es un cuadro piadoso más, Jesús quiere que este cuadro sea venerado públicamente en las iglesias y que cada alma tenga acceso a él: Deseo que sea venerada, primero en vuestra capilla y luego en el mundo entero. (47)
Prometo que el alma que la venere no parecerá. Le aseguro igualmente la victoria sobre sus enemigos, particularmente a la hora de la muerte”.(48)
Esos dos rayos saliendo de mi Corazón son el símbolo de la sangre y del agua que brotaron el día de mi Sacrificio en la Cruz. El rayo pálido significa el agua, que purifica las almas; el rojo, la sangre que les da la vida. Bienaventurado quien viva a la sombra de ellos, porque no le alcanzará la justa mano de Dios.(299)


2.      LA FIESTA DE LA MISERICORDIA
Jesús dijo “Se alegra mi Corazón con esta Solemnidad”.
Ese día están abiertas las entrañas de Mi misericordia. Derramo todo un mar de gracias sobre las almas que se acercan al manantial de Mi misericordia. El alma que se confiese y reciba la Santa Comunión ese día, obtendrá el perdón total de las culpas y de las penas. Es una gracia excepcional, que supera a la indulgencia plenaria, ya que ésta sólo concede el perdón de las penas temporales y no de las culpas en sí. Quedamos como recién bautizados.
En ese día están abiertas todas las compuertas divinas a través de las cuales fluyen las gracias. Que ningún alma tema acercarse a Mí, aunque sus pecados sean como escarlata.”.
“Deseo que se celebre solemnemente el primer domingo después de Pascua. La humanidad no conocerá paz hasta que no se dirija a la Fuente de Mi misericordia.” (699)
Ese día, los sacerdotes, deberán predicar a las almas, mi grande e insondable Misericordia”. Jesús promete una gran eficacia a sus palabras y medios poderosos para convertir a los pecadores endurecidos.
3.      ROSARIO O CORONILLA DE LA MISERICORDIA
Oh, qué gracias más grandes concederé a las almas que recen esta coronilla. Las entrañas de mi Misericordia se conmueven por quienes rezan esta coronilla.(848) Impacta leer esta cita del Diario: que todo un Dios se conmueva porque tú o yo recemos esta sencilla oración.
El Señor Jesús dictó directamente el Rosario o Coronilla de la Misericordia, a santa Faustina en el párrafo 476:
Esta oración es para aplacar Mi ira, la rezarás con un rosario común: primero rezarás  el Padre nuestro y el Ave María y el Credo. Después, en las cuentas grandes, dirás Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero; en las cuentas pequeñas dirásPor su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero. Para terminar, dirás tres veces Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero”.
Jesús vinculó varias promesas al rezo de la Coronilla:
ü  “Por el rezo de este Rosario me place dar todo lo que me pidan si está de acuerdo con mi Voluntad” (párrafos 48 y 66).
ü  “Quien quiera que lo rece alcanzará gran misericordia a la hora de su muerte. Aunque sea un pecador empedernido, si reza este Rosario, aunque sea una sola vez, logrará la gracia de mi infinita Misericordia”. (687)

“Si otros lo rezan al lado de los moribundos, éstos últimos obtendrán la misma gracia del perdón”. (811). “Me pondré entre el Padre y el alma moribunda, no seré Juez, sino Redentor Misericordioso.”.
ü  Los sacerdotes se la recomendarán a los pecadores como la última tabla de salvación” (687)
4.      LA HORA DE LA MISERICORDIA
Jesús llamó “la hora de la Misericordia”, a las tres de la tarde, es decir, la hora de su muerte.
A las tres, ruega por Mi misericordia, en especial para los pecadores y aunque sólo sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi abandono en el momento de Mi agonía. Ésta es la hora de la gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré penetrar en Mi tristeza mortal. En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de Mi Pasión… (1320)
En esa hora puedes obtener todo lo que pides para ti y para los demás. En esa hora se estableció la gracia para el mundo entero: la misericordia triunfó sobre la justicia.(1572)
5.      LA DIVULGACIÓN DEL APOSTOLADO DE LA DIVINA MISERICORDIA
Jesús dijo: “A las almas que divulguen la devoción a la Misericordia de Dios, las ampararé durante toda la vida, de la misma manera como lo hace una madre con su hijito; y en la hora de la muerte, no seré para ellas un juez, sino un Redentor Misericordioso” (46). “Di a mis sacerdotes, que los pecadores empedernidos se derretirán a causa de sus palabras, cuando hablen sobre mi insondable Misericordia y sobre la compasión que tengo para con ellos en mi Corazón” (65).
CADA UNO DE ESTOS ACTOS DE VENERACIÓN A LA MISERICORDIA DE DIOS DEBEN ESTAR REALIZADOS CON CONFIANZA Y AMOR AL PRÓJIMO, SI NO NO PUEDEN OBTENER LOS FRUTOS PROMETIDOS POR JESÚS.


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